La época prehispánica
Durante siglos, las civilizaciones que habitaron nuestro país cocinaban con plantas, semillas y frutas que tenían a la mano como el maíz, frijoles, chiles, calabazas, tomates, cacao, y aguacates. Además, en el mundo de la proteína consumían pescado, pequeñas aves de corral y otros animales pequeños como los armadillos.
El maíz era la pieza clave de la gastronomía y aquí surgió uno de los procesos actuales para preparar tortilla: la nixtamalización.
La independencia y época moderna
La mezcla de culturas durante la colonia e independencia nos hicieron un país muy diverso a nivel cultural y gastronómico.
Uno de los ejemplos más notables de esta fusión es el mole, una salsa tradicional que combina chiles, chocolate y especias. Los restaurantes de alta cocina han reinterpretado el mole de formas innovadoras, incorporando ingredientes como el foie gras o la langosta.
La mixología también ha experimentado una revolución en México, con cocteles que incorporan ingredientes autóctonos como el mezcal y el pulque, mezclados con sabores modernos.
La comida mexicana actual es un testimonio de la capacidad de evolución de una tradición culinaria rica. Entender la mezcla de culturas es esencial para crear experiencias culinarias auténticas y emocionantes. Al honrar las raíces de la cocina mexicana y al mismo tiempo abrazar la innovación, es posible crear platos que cuenten historias y deleiten los paladares.
La comida mexicana es un ejemplo inspirador de cómo la tradición y la modernidad pueden coexistir en armonía. La próxima vez que prepares un platillo mexicano, tómate un momento para apreciar la riqueza de su historia y la creatividad que tiene detrás.
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